jueves, 6 de agosto de 2015

Segundo año del intercambio estudiantil (2012)

Junio-julio 2012
(25 de junio al 25 de julio del 2012)

Tres alumnas alemanas se han animado a cruzar el Atlantico para visitarnos. Ellas son Kim-Lisa Krube, Sarah Strenge y Nicole Schweder. Los rafaelinos que viajaron en enero del 2013 son Lucas Olivera, Tomás Perino, Darío Rodriguez y Carolina Meshler.



Visita a la fábrica Basso S.A. (5º Informática junio 2012).

Visita a la Escuela Técnica de Maricel García, profesora de español en la escuela de Elmshorn  (enero 2013).



Kim-Lisa Grube (alemana) 5ºaño/2012/Terminalidad Nutrición. Se alojó en la casa de Tomás Perino. Ella nos cuenta sobre sus experiencias en Rafaela y en su casa como anfitriona:


“Argentina – el cariño en persona: Las valijas ya estaban listas y tenía mucha alegría anticipada. Faltaban sólo horas para que comenzara la aventura. Se me cruzaron mil preguntas por la cabeza: ¿Cómo será la familia en la cual estaré por un mes? ¿Serán simpáticos?¿Me entenderán cuándo hablo?¿Me sentiré cómodo en esa familia? Pero ya no había más tiempo para pensar, porque comenzaba el viaje. Nos despedimos de nuestras familias y subimos al avión. Nos esperaba un largo viaje, teníamos que cruzar el gran charco. Esto era una sensación indescriptible. ¿Cuántas personas pueden decir que viajaron a Argentina? Bueno, yo no conocía hasta ese entonces a nadie. Realmente fue un viaje cansador. Viajamos desde Fráncfort directo a Buenos Aires, en total estuvimos 17 horas en el avión. Pero pudimos pasar el tiempo mirando películas cuando no dormíamos. Había llegado el gran momento, llegó el momento de bajar del avión y pisar por primera vez suelo argentino (en ese entonces no sabía que no iba a ser la última vez). Nos dio la bienvenida nuestro taxista, que tenía un auto relativamente chico, pero logró acomodar todas nuestras valijas, una ejecución magistral! Ahora sólo faltaban seis horas más para llegar a nuestro anhelado destino. Estábamos todas cansadísimas, pero infinitamente felices cuando vimos el cartel a la entrada de la ciudad  que decía Rafaela. Al llegar nos recibió cálidamente la profesora de alemán Hilda Zbrun de la Escuela de Educación Técnica N° 460. Por mi, podría seguir así de bien nuestra bienvenida, pensábamos. Esperamos juntas que nos buscaran nuestras familias anfitrionas….y por fin llego el momento que tanto habíamos esperado, el primer encuentro. Desde el primer instante sentía que había buena química, y nos abrazaron, todas las preocupaciones se fueron en sólo un instante. Gente tan amable no había conocido hasta ese momento. Y fue entonces que supe, que esta iba ser una estadía inolvidable! Mi familia anfitriona, los Perinos, se esforzaban mucho en atenderme. Tenían una casa muy linda con pileta y un perro. Todos los días comíamos algo rico. No tuve problemas con la comunicación, a veces nos comunicábamos con las manos, como podíamos. Tomi, mi hermano y yo nos entendimos desde un principio. La primera noche conocí  a todos sus amigos y me recibieron muy bien, y sin prejuicios! El tiempo empezaba a pasar muy rápido. Vivía tantas cosas emocionantes y nuevas. Acompañaba a Tomi a la escuela, que se diferenciaba totalmente de la escuela en Alemania. Nos juntábamos con amigos, íbamos a fiestas, fuimos de vacaciones y teníamos tantas ideas de cosas que queríamos hacer. Lástima que el tiempo volaba. No lo quería aceptar pero las cuatro semanas habían terminado. La despedida nos costó mucho. Es increíble lo rápido que uno se encariña con las personas. Yo ya lo tenía decidido, quería volver a visitar Argentina. El país y su gente me habían fascinado. Estaba muy triste cuando tuve que dejar mi familia anfitriona, pero lo bueno era que en sólo seis meses Tomi iba a visitar Alemania, mi familia y la cultura alemana.
Los seis meses de espera a la llegada de Tomi, nos pareció a todos interminable. Cuando había llegado el momento, fuimos juntos al aeropuerto a buscarlo. También en este encuentro hubo buena química. Era como si un miembro de la familia habría vuelto de un viaje. Las siguientes semanas pasaron volando. Mis padres, que en un principio tenían miedo no poder comunicarse con Tomi perdieron rápidamente el miedo, porque  fue más fácil de lo pensado. Le mostramos comida típica alemana como “Currywurst“(salchichas con curry) y  “Fischbrötchen“como hamburguesas caseras, además visite con él Berlin. Pero las cuatro semanas fueron muy poco tiempo, ya que teníamos que asistir también a clases y nos quedaba poco tiempo libre. Sin embargo fue una experiencia inolvidable y le recomendaría a cualquiera emprender esta viaje aventurero. Uno hace nuevos amigos y se supera a sí mismo. Extraño todos los días a mi familia anfitriona y dentro de poco tiempo volveré a visitarlos de nuevo.” (traducido del alemán) Kim- Lisa 



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Sarah Strenge (alemana) 5ºaño/2012/Terminalidad Nutrición. Se alojó en la casa de Carolina Meshler. Ella nos cuenta sobre sus experiencias en Rafaela:

“Mi estadía de cuatro semanas en Argentina comenzó con una bienvenida de mi familia anfitriona Meshler. Fueron muy hospitalarios y simpáticos, desde un principio me sentí acogida. Junto a mi hermana Carolina íbamos a la escuela técnica en Rafaela. Como su terminalidad era Informática no podía seguir mucho las clases. Sus compañeros y profesores eran muy amables, y se interesaban por Alemania. Hicimos algunas excursiones con la escuela, a veces los fin de semana o escapadas por un día a Santa Fe, a una pequeña granja y un tour en barco en Esperanza.
Al principio no estaba acostumbrada a las costumbres y tradiciones, por ejemplo los horarios en que se comía y las comidas (mucha carne), las salidas de noche o la actitud con respecto al colegio. También el tránsito y sus reglas parecían muy aventureros. Pero después de unos días ya me había acostumbrado y mejorado mi español. Al final del intercambio hasta hicimos unas pequeñas vacaciones en Córdoba.
A pesar de haber viajado en invierno a Argentina, el tiempo casi siempre estuvo lindo, incluso unos días de sol. Le recomendaría a todo aquel que tenga interés en conocer gente nueva, diferentes culturas y experiencias nuevas, realizar este intercambio.
Mi madre: Estábamos nerviosos cuando se aproximaba la llegada de Carolina. Nos preguntábamos si nos íbamos a poder comunicar, para así poder saber si se sentía bien o le faltara algo, ya que en Alemania era invierno y hacía -12°C, en cambio en Argentina justo era pleno verano. Al principio hablábamos en inglés y de a poquito se fue incorporando el alemán. En nuestra familia somos cinco personas y siempre había algo para hacer, y Carolina participaba en todo. Hicimos algunas excursiones, fuimos a patinar sobre hielo, fuimos a la playa en St. Peter Ording, visitamos Hamburgoy cocinamos juntos comidas típicas argentinas. Para todos nosotros fue una linda experiencia recibir visita del exterior. A pesar de las clases que tenían que asistir a diario y la preparación hacia del Abitur (Examen final de la secundaria) de nuestra hija Sarah, Carolina pudo aprender un poco sobre la vida en Alemania. También el invierno tuvo su lado bueno: Muñecos de nieve y viajar en tren – ambas cosas imposibles en Rafaela.” (traducido del alemán) Sarah y su madre

Visita a San Carlos, con Silvia Krauel (Viceregente), alumnas alemanas e Hilda Zbrun.



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