jueves, 6 de agosto de 2015

Primer año del intercambio estudiantil (2011)

Julio 2011:

En un mundo globalizado, donde las redes sociales como Facebook, Skype, etc. marcan tendencias, el contacto interpersonal se ve cada vez más facilitado, ya que se acortan las distancias. Esto ayudó también a la cooperación entre ambas escuelas que participan en este intercambio. Cuando en julio del 2011 dos alumnas de quinto año, Vivien Balzat y Sandra Gertsch, de la escuela “Berufliches Gymnasium“ en Elmshorn viajaron a la Argentina, ellas se ya habían comunicado con sus compañeros argentinos de intercambio a través de Facebook e intercambiado información personal, así como también fotos. De todos modos estaban ansiosas por conocer este lejano país. Desde el momento en que llegaron comenzó el shock cultural: las largas distancias, las regiones despobladas, la inmensa pampa argentina, y también la pronunciación, que tenía poco que ver con lo que habían aprendido en sus clases de español en Alemania. Experiencias como estas y conocer un país totalmente diferente son las que hacen este intercambio inolvidable para los participantes de ambas escuelas. 




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Vivien Balzat
(alemana) 5º año/2011/Terminalidad Nutrición. 
Fue alojada en la casa de Juan Ignacio Russo.
Ella cuenta sobre su experiencia en Rafaela: “El interés por nuevos desafíos, conocer otras culturas y mejorar mi español, fueron los motivos de mi viaje a Argentina. El largo viaje valió la pena. Conocí mucha gente e hice muchos amigos nuevos, con los que gracias a internet pude seguir contactando. Apenas habíamos llegado, nos sentimos acogidos por todos. A pesar de ser desconocidos, no nos veían como tal. Realizamos muchas excursiones con mi familia anfitriona. Viajamos a las montañas (Córdoba), donde apreciamos la bellisíma naturaleza. De las cuatro semanas de estadía, dos fueron  de vacaciones y las otras dos de clases.
En las vacaciones nos juntábamos con amigos y así fui mejorando mi español. Muy pocos hablan inglés y menos alemán, pero estaban muy interesados en saber más sobre mí, por eso nos comunicábamos como podíamos. Además participamos juntos con otros compañeros en un curso de Tango, que nos encantó. A los argentinos les gusta mucho comer, tienen otro ritmo de vida, y en el caso de ser muy delicado/a con las comidas, uno no se debería preocupar, ya que en Argentina no va a pasar hambre. A veces es difícil seguir la clase en la escuela, pero es muy interesante ver un estilo de aprendizaje diferente. Todos los alumnos se esforzaban mucho y estaban muy atentos en clase.

Cuando los chicos nos visitaron, fue también una gran experiencia. Ahí me di cuenta, cuánto esfuerzo y tensión están detrás de todo esto. Estando aquí también hicimos varias excursiones y visitas, que fueron seguramente muy emocionantes para los alumnos argentinos, así como también la experiencia del invierno con nieve, que no conocen en su región. Fuimos juntos a la escuela durante cuatro semanas. Fue interesante observar a los rafaelinos y lo curioso que son por aprender algo nuevo y como siempre tomaban nota de todo. Mostrarles la gran variedad que ofrece Alemania fue realmente increíble. Recomendaría a todos los que tengan la posibilidad de realizar este intercambio, que lo hagan ya que hay mucho para ver, vivir y superarse.” (traducción del alemán) Vivien    



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Sandra Gertsch  (alemana) 5º año/ 2011/Terminalidad Economía. Se alojó en la casa de Emanuel Piovano.

Ella cuenta sobre su experiencia en Rafaela: “El intercambio estudiantil en Argentina me gustó mucho, mucho, muchísimo. Al principio tuve un poco de miedo de no poder entender el idioma, y durante los primeros días la comunicación fue un poco problemática. Pero después de unos días ya me había acostumbrado y mi familia, que eran muy amables, me hicieron sentir como si estuviese en mi casa. También los amigos de nuestros compañeros de intercambio nos recibieron como amigas y fueron muy simpáticos. Hicimos muchas actividades, tanto excursiones con las familias, como también ir a cumpleaños, a los cuales fuimos invitadas. Fue en general una gran experiencia. Disfruté mucho los días allí y al final el mes había pasado demasiado rápido. Lo que nos queda son increíbles recuerdos y muchas fotos. Por supuesto, si pudiese, sin duda volvería a viajar a Argentina.”(traducción del alemán) Sandra


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Juan Ignacio Russo (argentino) 5ºaño/2011/Terminalidad Electromecánica. Se alojó en la casa de Vivien Balzat.
Juan nos cuenta su experiencia en Elmshorn: “Yo tengo solamente palabras de agradecimiento por todo. Este mes ha sido el mejor de mi vida y nunca olvidaré este viaje. Todas las personas fueron muy simpáticas y amigables conmigo!!! Alemania es un país maravilloso, con hermosos paisajes y lo mejor, gente muy buena y simpática. En mi país la gente piensa que los alemanes son fríos, pero no es así. Cuando yo regrese les contaré que aquí la cultura es diferente y me gusta mucho. Espero que esta amistad que ha comenzado con el intercambio continúe en el tiempo. Muchas, muchas gracias a todos. Siempre los llevaré en mi corazón.” 


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Jonatan Heit (argentino) 5ºaño/2011/Terminalidad Electromecánica. Se alojó en la casa sustituta de Phillip.

Emanuel Piovano (argentino) 5ºaño/2011/Terminalidad Electrónica. Se alojó en la casa de Sandra Gertsch.
"Experiencias de los tres  alumnos en ALEMANIA" ¡¡¡HERMOSO!!!
Comida: Como era de suponer, hubo diferencias con la dieta que llevamos los argentinos…muchas verduras y poca, muy poca carne! Pero todo muy rico igual, y mucho más sano…Adaptarse a la dieta alemana no costó tanto, pero lo complicado fue amoldarse a los horarios. Hay 2 comidas “fuertes”: a las 16:00 y otra a las 19:30 hs, aunque no todos los días se respeta el mismo horario. El desayuno se parece bastante a lo que acostumbramos, aunque es mucho más abundante, y los estudiantes almuerzan en la escuela lo que se lleven de sus casas, o bien compran en la cantina.
Tránsito: la forma en que se conduce es muy distinta a la que acostumbramos. Todas las calles (excepto avenidas) son doble mano, y los autos se estacionan en ambos cordones, y cuando solo hay espacio para un auto, uno de los conductores espera detrás de los autos estacionados. Además las calles son de forma irregular. Los peatones tienen prioridad de paso (todos frenan!), pero en lugares muy transitados tiene prioridad el tráfico. Por eso los semáforos tienen un botón que da luz verde a los peatones. En invierno casi no se ven motos circulando por las calles, y las bicicletas tienen un carril exclusivo en la vereda, pero también van por la calle.
Familia anfitriona: En mi caso, todos siempre fueron muy simpáticos y cordiales, siempre atentos por si necesitaba algo y con ganas de hablar sobre nuestro país. Se preocupaban todo el tiempo por si estaba pasándola bien en Alemania y programaban actividades para que no me aburra. Nos llevaron a conocer lugares increíbles y nos incluyeron en sus actividades extraescolares, y lo más importante, nos hicieron sentir como un miembro más de su familia.
Juventud: A casi todos los amigos que nos hicimos allá los conocimos en la escuela. Y había chicos y chicas de muchos países: Rusia, Georgia, Albania, Holanda y seguramente de otros también. Todos son muy simpáticos (al contrario de la creencia popular de que los alemanes son fríos y un poco antisociales). Siempre se acercaban a charlar con nosotros y nos invitaban a hacer cosas con ellos.
Escuela: La escuela resulto muy diferente. Es un edificio enorme y moderno, al cual asisten 3500 alumnos. Lo diferente es la forma en que dictaban las clases, siempre eran debates sobre un tema de actualidad apuntando a la materia en la cual se estaba. Y además no se escribía mucho en las carpetas como se hace acá.
Los horarios en la escuela normalmente eran de 8:00 hs a 15:00hs. Allí se debía almorzar (hay servicio de cantina o podes llevarte el almuerzo desde tu casa.)
Personas: Se los cree a los europeos de personalidad fría. Pero inmediatamente al llegar a Alemania, nos dimos cuenta que esto no es así. En todo momento fueron muy simpáticos, amigables y agradables con nosotros. Desde el momento en el que llegamos nos comenzaron a hacer preguntas sobre nuestro país y como era nuestra vida aquí. Y siempre trataron de que pasemos de mejor manera nuestro intercambio. Nos llevamos un gran recuerdo de ellos.
Clima: El clima en invierno es muy frío (llegó a los -18ºC.) Además hay pocos días de sol, predomina los días nublados y con lloviznas. También disfrutamos de algunos días de nieve, pero no en mucha cantidad y esto se debe a que estábamos en una zona de llanura.
Las bajas temperaturas provocaron una capa gruesa de hielo en los ríos, y por esto se podía caminar sobre ellos o practicar algún deporte como jockey sobre hielo.
Emanuel, Juan y Jonatan





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